Una hoja escrita por Jacinto Jijón y Caamaño (1890-1950) entre los años 1909 y 1910, una más en la inmensidad de sus escritos, me llevó a reflexionar sobre los años iniciales de la arqueología en Ecuador. Y en los años en que Jijón decidió dedicarse a investigar el pasado, lo que hizo tanto desde la arqueología como entre los documentos históricos. Y a usar las interpretaciones que iba estableciendo para accionar sobre su presente, para su larga militancia política conservadora. Una personalidad notable en la que no hay manera de separar pasado y futuro en un presente militante que construyó y que lo reconstruyó hasta su muerte. Parece no resultar algo casual que sus mejores investigaciones fueron hechas en el exilio.

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